Hace unos días viajaba de Zurich a San Petersburgo. Hacía poco que había salido el sol y el avión cruzaba los Alpes. Desde mi ventanilla contemplaba un panorama fantástico. La luz de un sol recién nacido iluminaba las montañas
Hace unos días viajaba de Zurich a San Petersburgo. Hacía poco que había salido el sol y el avión cruzaba los Alpes. Desde mi ventanilla contemplaba un panorama fantástico. La luz de un sol recién nacido iluminaba las montañas